“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,” (Efesios 1:3-6)

Desde que recibimos al Señor recibimos nuestra herencia la salvación, la justificación y la santificación; se abre el cielo y es el Sumo Sacerdote que nos representa; ese cordero que es el sacrificio perfecto y que fue acepto por nuestro rescate y redención.

Cada creyente es portador de la gloria de Dios, no hay que pelear religión pues lo de Dios es algo personal, hemos nacido de nuevo y el que vive en nosotros es Cristo Jesús, la vida no es una religión, Cristo es el autor de la vida.

“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” (S. Juan 10:10).

Estábamos en la condición de muertos por nuestros delitos y pecados pero cuando venimos a Cristo somos restaurados, por el mediador entre Dios y los hombres Jesuscristo hombre. Hay creyentes que se les olvida que son portadores de la gloria de Dios, Dios nos ha puesto en lugares celestiales con el Señor nuestro, no somos cualquier cosa, somos comprados con precio de sangre.

En el cielo el valor del creyente no baja, la sangre de Cristo esta sobre nosotros, si somos hijos de Dios tomamos valor por el sacrifico, nadie puede poner la mano sobre usted. Si Dios no lo permite, somos revestidos de Cristo de la vida de Dios, nos debemos sentirnos poca cosa, aveces nos sentimos cabizbajos sin ánimos sin fuerzas porque Satanás mino su mente.

“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.” (1 Juan 3:1).

Somos peregrinos en este mundo estamos de pasada por el, pertenecemos al reino de los cielos, mi corazón y mirada deben estar en Dios, somos menospreciados por el mundo porque no hacemos lo que hacen ellos, ellos tienen la mente entenebrecida, nosotros tenemos la mente de Cristo, esa es la contienda que hay entre la luz y las tinieblas.
“Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.” (S. Juan 3:19)

El hijo de Dios vive en luz, está claro a quien sirve, nuestra fuerza es Dios, hay que aprender a ser un hijo de luz no dejando que las tinieblas nos aturdan,

“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” (Efesios 6:12)

Hay que derribar fortalezas en el espíritu orando y ayunando, acercándonos a Dios, el ayuno da autoridad y rompe cadenas, aumenta nuestra fe.

Somos luz en medio de tinieblas, el mundo ve que somos diferente porque somos portadores de la gloria de Dios, tenemos abierto el cielo a nuestro favor,

“según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,” (Efesios 1:4)

Somos el templo y morada del Espíritu Santo en todo lugar podemos clamar y Dios nos oirá, debemos ser íntegros incluso donde nadie nos ve, así nuestra fe será más fuerte, no hay demonio que se pare y nos derribe porque tenemos una convicción que vivimos para Dios.

“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.”(Romanos 12:1)

Cada día debemos consagrarnos a Dios dándole la primicia de nuestro día, así Él tomará el control de nuestro día, hay que hacer el devocional diario a Dios, debemos buscar nuestras fuerzas en Dios, debemos llenarnos de Dios para que nada pueda hacernos frente y así debe ser la vida del Cristiano, el Cristiano no puede ser como un impío, el cristiano lucha por agradar a Dios dándole lo mejor desde que se levanta piensa en Dios, agradece por todo, se encamina en Dios

“Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.” (Salmos 1:2)

“En amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,” (Efesios 1:5)

No hay nadie que te ame como Dios, Él es incondicional, solo pide que le sirvas, que tengas una actitud de adoración y alabanza, aunque le fallemos Él nos ama siempre.

“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;” (S. Juan 1:12)

“Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz. Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él; si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro.” (Colosenses 1:15-23)

“Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.” (Santiago 1:17)

Pastor Silvio Tellez
Ministerio Internacional Jesús Es Luz