Esperando Al Señor

Cuando usted asiste a una boda normalmente se da el caso que los invitados desean ver a la novia y están pendientes de su llegada; pero en el caso de la iglesia es al revés, somos nosotros, la novia de Cristo que deseamos verle a Él.

Esperamos ansiosamente su venida, pero mientras le esperamos tenemos relaciones importantes con Él.

¿Cuales son las relaciones que mantenemos con Dios?

Como Padre

“A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; (S. Juan 1:11-12)

Él es nuestro padre, nuestro proveedor, esperamos de él herencia, nuestra relación con él es de hijos a padres.

Somos llamados A Ser Siervos

“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;” (S. Mateo 11:29)

Como siervos tenemos fidelidad en nuestro servicio, a nuestro llamado. No le damos la espalda a Dios aunque tengamos pruebas, no nos quedamos en el lugar donde queremos sino en el que Él nos indica estar.

Obedecemos siempre a Dios, nuestro servicio no es donde yo quiero hacerlo, es donde Dios nos pone a servir. Me llama la atención el trabajo que hacen los ángeles, hay algunos que son mensajeros, ellos no cuestionan a Dios, pero hay siervos que cuestionan a Dios y ahí no hay obediencia o humildad, pero Dios nos llama a ser de carácter manso y humilde y también como siervos esperamos de Dios el galardón.

“Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.” (S. Mateo 25:23)

Somos La Novia De Cristo

Jesucristo viene por su novia, su iglesia y pronto estaremos en bodas con Él. La novia de Cristo debe ser fiel, el problema que se da en algunos matrimonios es la infidelidad, es la falta al pacto que se hace en el altar ante Dios, así mismo pasa con los ídolos, con las diferentes creencias que hay en el mundo, le quitan la adoración a Dios y se la dan a ellos, los creyentes no pueden romper su compromiso con Dios, es por tal razón que Dios está en contra del divorcio.

Cuando usted se casa con el conocimiento de Dios, usted no puede pensar en separación, que porque se equivocó, empieza a verle defectos a su pareja que se puso gordito, calvo, delgado nada de eso debe hacernos romper el pacto que hemos hecho ante Dios.

Para poder ir a concretar el matrimonio con el Señor la iglesia debe tener vestiduras blancas.

“Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.” (Apocalipsis 19:7-8)

Queremos ver al Señor tal y como Él es, pero debemos luchar por llegar a esas bodas, cuidando nuestras vestiduras blancas. La relación que la Biblia describe como una sola carne es la del matrimonio.

“Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.” (Génesis 2:24)

Y la relación del Señor con la iglesia es un solo espíritu, porque en la carne no lo podemos ver ni entender; pero en la vida del espíritu podemos conocer de Dios, Él se nos revela en nuestro espíritu dándonos vida.

“Después de esto oí una gran voz de gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro; porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella.” (Apocalipsis 19:1-2)

Los juicios de Dios son verdaderos y justos, Dios da fuerzas al que no tiene ninguna y descanso; cuando venimos a Dios hay una fuerza mental, espiritual y física. Dios quiere que seamos victorioso en todo lo que emprendamos en la vida dirigidos siempre por Él.

Cuando usted y yo no tenemos fuerzas Dios nos ayuda.

“Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.” (Isaías 40:29-31)

Si usted se siente fracasado mire con quien anda, debe cuidarse de su alrededor.

“Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.” (1Corintios 15:57)

Somos victorioso porque Cristo está con nosotros, estamos esperando al esposo pero los que podrán estar en esas bodas son los espirituales, no los carnales o acomodados porque una cosa es lo que dice biblia y otra cosa lo que hace el mundo, no podemos vivir una vida carnal porque lo de Dios no es carnal sino espiritual.

Hay muchos cristianos viviendo una vida de apariencia engañándose así mismo queriendo engañar a Dios, aparentando ser santos. La vida normal no la establece la iglesia, la establece la palabra de Dios. Somos justificados por la fe, santificados por la fe, pero hay una vida consecuente, somos luz, somos sal, somos diferentes al mundo.

Jesús vino a pagar el precio por su esposa vino a desposar a su iglesia, por eso cantares capítulo 6 nos habla acerca de la historia de la Sulamita.

“Mi amado descendió a su huerto, a las eras de las especias, Para apacentar en los huertos, y para recoger los lirios. Yo soy de mi amado, y mi amado es mío; Él apacienta entre los lirios.” (Cantares 6:2-3)

Salomón la encontró cansada, maltratada, cuidando la viña del Señor, porque sus recursos no le daban, pero Salomón pagó los dotes para tener a la Sulamita, esa mujer que él amaba, con la cual él quería estar, porque la relación de siervo es muy diferente a la relación de esposos, el esposo desea su esposa solo para él y ambos se guardan para sí mismos.

Pablo nos habla en Efesios sobre la relación del esposo y la esposa.

“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,” (Efesios 5:25)

Un casado jamás deseará compartir su cónyuge con nadie, así es Dios, desea a su iglesia apartada de este mundo solo para Él. Una iglesia que esté sin muchas y sin arruga. Cristo viene por un pueblo que haya aceptado su sacrificio en el Calvario.

“porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella. Otra vez dijeron: ¡Aleluya! Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos. Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y decían: ¡Amén! ¡Aleluya! Y salió del trono una voz que decía: Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como grandes. Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina! Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.” (Apocalipsis 19:2-8)

Mientras estamos esperando al novio, la iglesia debe cumplir con lo que el novio dejó establecido. Una de ellas es amarnos los unos a los otros, debemos tener una buena relación entre los hermanos, ya que todos somos lavados con la sangre de Cristo, todos somos vestidos de las mimas vestiduras blancas, a todos se nos pide que sirvamos al mismo Dios, a todos se nos pide que busquemos la unidad, La Paz con todos.

El que quiera servir y ver a Dios tiene que buscar la justicia de Dios. Todo queremos ir a las bodas del cordero pero no todos podrán entrar.

Pastor Silvio Tellez
Ministerio Internacional Jesus Es Luz