La iglesia es el cuerpo de Cristo y como cuerpo tenemos funciones y es Él quien nos dota de recursos para cumplir los objetivos; para alcanzar ese objetivo no debemos depender de los hombres porque si fuese así el hombre de Dios caería fácilmente, porque el hombre no puede sostener lo de Dios, y su obra debe de tener una dependencia total de Espíritu Santo. Como hijos de Dios tenemos los recursos del Padre.
“toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del padre de las luces, en el cual no hay mudanza ni sombra de variación” (Santiago 1:17).
Dios nos capacita y no nos obliga sino que nos motiva, Él no desea que se haga su obra obligadamente sino que se haga con el conocimiento de su amor porque debemos entender que hemos recibido el amor de Dios y este debe de ser compartido.
Como iglesia y cuerpo de Cristo tenemos objetivos definidos como la adoración y la edificación y estos deben de estar activos dentro de la congregación.
La adoración:
Fue creada para adorar a Dios nuestro creador e inclinarse en espíritu y en verdad (Juan 4:23), el cristiano debe adorar en cada momento con su propia vida, y no encerrar la adoración a Dios en un estilo de música sino con cada cosa que se haga, todo se debe hacer para Dios en adoración; la adoración no es solo cantar, la adoración es mucho más que eso porque se puede cantar sin adorar, cuando el cristiano lleva una vida de adoración a Dios esa relación con El crece, la adoración es también darle a Dios el lugar que le pertenece en nuestro corazón llevando una vida agradable ante El.
“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;” (Colosenses 3:23).
En la antigüedad para adorar el creyente tenia que ir al templo y hacer un sacrifico; en el tiempo de Abrham se llevaba leña y se hacía un altar a Jehova; hoy en día ya no es necesario hacer un altar porque Dios no necesita altares hechos por manos de hombre porque el cristiano es su altar.
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.” (Romanos 12:1).
La iglesia donde quiera que esté debe adorar, glorificar a Dios y darle el tributo, la honra que El se merece en todo tiempo y en cualquier circunstancia.
Santanas siempre se interpondrá en la adoración a Dios, la iglesia primitiva fue perseguida por adorar pero no perdió la esencia porque aún en medio de la persecución siempre adoro a Dios. Cuando Israel era esclavo en Egipto Dios habló a través de Moisés a faraón y le dijo:
“el Señor dijo a Moisés: –Ve a ver al faraón y dile: ‘Así dice el Señor: Deja ir a mi pueblo, para que me adore.” (Éxodo 8:1).
El propósito de Dios cuando estamos vivos espiritualmente es que estemos rendidos en adoración, porque para eso fuimos formados, llamados y rescatados. Todo ser que viene a Cristo o tiene la vida experimenta restauración y pasa de ser un hombre caído a un hombre restaurado; entonces ese hombre se convierte en un portador de la gloria de Dios y empieza una vida de adoración a Dios.
La Edificación:
El crecimiento espiritual de cada creyente o la iglesia en su conjunto es otra de la finalidades eclesiásticas, frecuentemente se compara a la iglesia en el Nuevo Testamento a una casa o templo en construcción.
“edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor;” (Efesios 2:20-21).
El fundamento ya está puesto, ahora debemos edificar dentro del orden y estructura del Reino de Dios, El nos enseña y nos va ayudando.
“vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.” (1 Pedro 2:5).
Para ser edificados el apóstol Pablo da una recomendación que debemos hablar salmos entre nosotros (Efesios 5:19), y esto ayuda a nuestro crecimiento y edificación, cuando nos reunimos como cuerpo de Cristo el propósito debe ser la edificación.
“El que tiene oídos para oír que oiga lo que Espíritu dice a la iglesia”.
Pastor Rev. Silvio Téllez.
Jesús Es Luz Inc.