“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”
(Efesios 2:8-9)

En el tiempo de la ley cuando un individuo le fallaba a Dios no solo tenía que pedir perdón sino que tenía que hacer un sacrificio de animal para poder ser perdonando de parte de Dios; nosotros debemos entender y valorar lo que Cristo vino hacer por nosotros y que gracias a eso vivimos una nueva vida y Él no se cansa de bendecirnos y no se arrepiente de lo que ha hecho por nosotros.

Vino con el propósito de bendecirnos, para rescatarnos y darnos lo que necesita nuestra alma, todas las bendiciones que nos rodean es por Él, la salud, la riqueza de su gloria, el aliento de vida, la fuerza y visión, porque todo don perfecto desciende de lo alto.

“Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.” (Santiago 1:17)

Al reconocer que todas estas bendiciones provienes de un Dios bondadoso debería de motivarnos a mantenernos firmes sin fluctuar.

“Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.” (Hebreos 10:23)

El cristiano vive con la convicción que Dios está de su lado porque vive bajo la gracia de Cristo; y Dios bendice al hombre independientemente si este hace algo para él, por eso el texto sagrado dice:

“no por obra para que nadie se gloríe” Efesios 2:9.

De igual manera el que hace algo no puede venir ante Dios y reclamar el beneficio por dicha obra, todo lo de Dios se recibe por gracia es un regalo, la salvación es por gracia y no somos más condenados porque hemos creído en el Unigénito Hijo de Dios, no somos señalados porque Él nos ha librado de toda condenación, de la muerte y de los juicios venideros porque nos rescató a precio de sangre, pero debemos creer y tener firmeza a través de sus promesas escritas en su palabra.

“Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.” (1 Juan 5:14)

El cristiano tiene victoria por medio de la fe, solamente tiene que creer y esperar, si no hemos aprendido a través de las pruebas que nos viene, Dios tendrá que enviarnos más pruebas porque Dios desea que aprendamos a vencer y a confiar en Él a través de la fe.

La persona que ha experimentado el nuevo nacimiento tiene la mente de Cristo y no una mente carnal sino una mente renovada, piensa en lo verdadero, en lo justo…

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” (Filipenses 4:8)

Su pensamiento no es de derrota sino un pensamiento de divinidad porque todo su cuerpo o su ser es un templo del Dios viviente.

“¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?” 1 Corintios 3:16; “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” 1 Corintios 6:19.

Hay creyentes que fracasan en el camino del Señor por falta de fe, se desaniman aún cuando asisten todos los días a la iglesia y todo esto es falta de fe, al creyente no debe faltarle la confianza porque aunque la dificulta sea grande todo obrara para bien, porque nuestra confianza está en él, y cuando el hombre es religioso participa en todo dentro de la iglesia pero no activa su fe, y los caminos del Señor son caminos de fe.

Recordemos al profeta Elías semejante a nosotros, oró para que no lloviera y no llovió porque era un hombre de fe; igual que la viuda que lo alimento obró en fe, a ella no se le faltó la harina ni el aceite porque en la casa de la viuda había fe y confianza en Dios, y es que cuando se obra en fe Dios suple en media de la escasez porque el a prometido suplir para nuestras necesidades.

“Jehová es mi pastor; nada me faltará”. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.”
(Salmos 23:1,5)

Jehová es nuestro sustentador, en cada necesidad Dios se mueve pero no debe faltar nuestra fe, a Dios lo que le agrada es que le creamos, no son las oraciones elocuentes lo que mueve a Dios a actuar, cuando vayamos en oración hagamos nuestro este texto.

“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” (Hebreos 11:6)

Confiando en Dios no dudando, el siempre dará una respuesta, a lo mejor no la que esperamos pero si la que nos conviene porque el conoce nuestro corazón.

La condición para hacer las obras que Cristo hizo es creer.

“De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.” (Juan 14:12)

Todo cristiano tiene algo de Dios y eso debe de ser usado para su obra, si obramos de esa manera habríamos entendido el motivo por el cual Dios nos ha llamado y su propósito para con nosotros y de esa manera estaríamos dentro de su voluntad, porque los dones que Dios nos da no es para demostrar que somos superiores a los demás sino para ayudar al débil, levantar al caído, para restaurar, para liberar, para dar fuerza y dar capacidad.

Siendo que el cristiano tiene a Dios dentro de si puede hacer todo esto por su prójimo, eso es lo que Jesús hacía, y para eso la iglesia a sido llamada; aún cuando está es imperfecta tiene a Dios en su corazón es una iglesia portadora de su gracia y gloria.

Cada cristiano a recibido algo de parte de Dios:

“a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.” (1 Corintios 12:9)

Hay ciertas cosas que la palabra de Dios hace por nosotros y una de ellas es crear fe dentro de nosotros.

“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” (Romanos 10:17)

Si nosotros estamos falto de fe eso es el resultado de lo que nuestros oídos están escuchando, es tan importante para nuestra alma lo que escuchamos porque es por medio del oír que nuestra fe crece, y eso es algo que no debe de faltar la fe y la palabra.

“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.” (Josué 1:8-9)

Al permanecer en su palabra todo obrará para bien Romanos 8:28, y la misericordia de Dios nos seguirán todos los días, Salmos 23:5

Pastor Rev. Silvio Téllez.
Jesús Es Luz Inc.